viernes, 28 de octubre de 2011
Y que hago con este...
Estaba cumpliendo mis arduos deberes de juez en mi insula y mientras que todos los casos que venian eran relativamente faciles de solucionar, un dia comun y corriente llego uno en particular que me llamo la atencion. Resulta ser que en un terreno divido por un rio habia una especie de jurado con su respectivo juez que se dedicaba a juzgar a todo que pasara por el y si decia la verdad independientemente de que tan mala fuera pero mientras que fuera la verdad podria seguir con su camino, en cambio si mentian estos serian ahorcados. Resulta que un dia llego un hombre que fue a que solo lo ahorcaran no queria ser juzgado simplemente ahorcado pero el juez no sabia que hacer por que estaba diciendo la verdad y no tenian motivo para ahorcarlo. Asi que recorde una leccion muy importante por que me enseño don Quijote la cual era que si la ley no se pudiera establecer esta debia inclinarse por el lado de la pobreza y humildad asi que dije que debia dejarse al pobre hombre.
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