Sancho Panza

Sancho Panza

viernes, 28 de mayo de 2010

Un descanso de la locura.

Finalmente despues de mi pequeña discusion con don Quijote sobre que tan buena persona era Aldanza Lorenzo, logro salir en Rocinante camino a donde ella se encuentra. Mientras me voy alejando mas y mas de mi amo don Quijote, logro escuchar como el grita o reza en voz muy alta no se enrealidad cual de las dos era, pero parecia mas rezar por que se parecia mas a un ave maria. Finalmente despues de largo y exhaustante viaje para llegar adonde se encontraba Aldonza Lorenzo, me recibieron unos viejos amigos de don Quijote el cura y el barbero con el que solia comentar las historias de caballeria. Me preguntaron que hacia por ahi y en donde se encontraba mi amo, les comente sobre lo que me encomendo hacer y les iba a enseñar la carta cuando en ese instante me percate que lo mas probable era que la hubiera dejada botada en el camino. Trate de recordarme de lo que habia leido pero el cura y el barbero al darse cuenta de que todo lo que decia le faltaba coherencia, me dijieron que parara y mejor me dieron comida y despues de eso nos encaminamos a ir a buscar don Quijote.

Un pedido con poco sentido

Mientras nos adentrabamos en la sierra, le comento a don Quijote que ya me estoy empezando a hartar y me estoy aburriendo de todas estas "aventuras". Le comente tambien que no tenia ningun sentido seguir buscando a Carmenio por que el ya no iba a seguir contando su historia despues del mal trato que el recibio de parte de don Quijote. Proseguimos con nuestro camino, cuando don Quijote paro de la nada y me dijo que iba a hacer penitencia en honor a su amada Dulcinea del Toboso, comenzo a gritar que estaba en plena penitencia en honor a su amada. Despues de tantos gritos de parte de don Quijote, me pidio que iba a tener que pasar 3 dias con su amada Dulcinea comentandole todas las "aventuras" que el habia pasado por ella y que tambien le diera una carta que el me iba a dar en unos momentos. Me la da y me dice que se la vaya a dar y pasar esos 3 dias con ella, yo al saber que nadie se iba a llamar tan ridiculamente le pregunto a don Quijote que cual era el verdadero nombre, me dijo que se llamaba Aldonza Lorenzo y le empeze a comentar todas las cosas malas que sabia sobre ella. Entramos en una pequeña discusion pero nada importante. Asi que me dijo que subiera en Rocinante y fuera a pasar esos dias con ella.

Conversaciones entre locos

Finalmente logramos conocer al que le decian que le pertenecia el libro y las otras cosas, un señor algo loco llamado Carmenio. Nos empezo a contar su historia y de como el venia de una familia muy adinerada y como el se habia enamorado al igual de una hija de una familia muy rica, ella se llamaba Luscinda. El nos conto que tras conseguir el consentimiento del padre de Luscinda, ella le dijo en una de sus cartas que el debia conseguirle el Amadis de Gaula. Don Quijote al instante de oir este nombre, empezo a recitar locuras sobre el como siempre. Cardenio finalmente logra proseguir con su historia, menciona a una tal reina Madasima. Don Quijote nuevamente reacciona extrañamente al escuchar este nombre y le empieza a gritar y acusar de mentiroso y loco a Carmenio. Carmenio le lanza algo a don Quijote no logre distinguir que, don Quijote empieza a dar mal trato a Carmenio y a mi persona, aunque en realidad no se por que a mi tambien.

viernes, 21 de mayo de 2010

Y esto es de?

Despues de nuestro pequeño percance con los presos que don Quijote ayudo a liberar y despues nos devolvieron el favor quitandonos casi todas nuestras pertenencias. Despues de buscar refugio en Sierra Morena y dormimos ahi tambien. Como si a los ex presos no les fuera suficiente volvio a uno a robarme mi querido burro, por que con rocinante en realidad poco se iban a ganar. Esto a mi me dolio mucho de verdad, por el hecho de que ese burro me habia acompañado a mi desde hace mucho tiempo y habia vivido muchas cosas con el. Don Quijote me prometio que en un futuro me iba a conseguir muchos mas. Pero yo sabia que esto no iba a pasar por el hecho de que don Quijote ni tiene idea de lo que dice en realidad. Proseguimos con nuestro camino en el cual ya ni nos quedaban cosas mas que quitar. Nos encontramos una bolsa que traia varias cosas adentro, entre ellas un librito al cual le llamo la atencion a don Quijote. Empezamos a ver si veiamos al dueño o alguien que por lo menos nos pudiera decir de quien podria ser el misterioso librito y las demas pertenencias. Nos encontramos a un cabrero el cual nos conto la historia de un hombre el cual creian que estaba loco, por su cambios de humor repentinos. Ellos dejaron que los acompañáramos por que ellos llevaban al hombre a la villa de almodovar a ver si lo lograban curar.

Y nuevamente nos ocurre

Como siempre don Quijote buscando aventuras y yo siguiendole, don Quijote como siempre metiendose en lo que no le importa, ve a unos presos que iban encadenados y a la vez escoltados por unos comisarios. Don Quijote se dirige a hablarles como si fuera una buena idea, les pregunta que es el mal que han cometido para que se les haya penado con trabajar a las ordenes del rey. Don Quijote oye el relato de los presos y piensa que en realidad el mal que han cometido no amerita tal castigo. Los libera y los ayuda a pelear contra los comisarios para que puedan escapar libremente. Despues de este pequeño enconfrontamiento. Don Quijote no falto con sus demencias y les dijo a los presos que fueran a visitar a su amada Dulcinea del Toboso. Los presos en definitiva no los iban a hacer por ninguna medida y se lanzaron contra don Quijote y contra mi persona. Nos arrebtaraon todo lo que teniamos dejandonos mal heridos y por poco a la interperie, solamente dejandome con mi fiel compañero burro.

El "Yelmo"

Como siempre ibamos don Quijote y yo caminando tranquilamente, pero como habran notado con don Quijote un momento de calma no dura mucho. Pasaba el rato y todo pasaba con tranquilidad hasta que don Quijote vio a lo largo a un señor caminando y vio que andaba algo en la cabeza y inmediatamente ni siquiera lo penso don Quijote se fue contra el porque pensaba que andaba el yelmo de mambrino, yo trate de detenerlo pero como siempre mis intentos fueron en vano por que al fin y al cabo el llego a done el pobre señor y se lo arrebato, en realidad todo para nada porque solamente era una bacia de azofar que cargaban los barberos la mayoria del tiempo. Al terminar esta pequeña parada, seguimos nuestro paso mientras platicabamos sobre como seria si don Quijote lograba ser mas caballero aun de lo que ya el creia que era. El me conto que lo mas ideal para el y posiblemente para mi tambien era que el se casara con la hija de algun rey y que este mismo muriera para el poder heredar el trono y despues de eso hacer que la donsella mas hermosa despues de la del se casara conmigo. Nos prometimos trabajar lo mas duro posible para conseguir este dificil pero no imposible sueño de llegar a alcanzar una mayor gloria y reconocimiento.

sábado, 1 de mayo de 2010

Y ese ruido

Terminamos de comer y nos sobro un poco de comida la cual guardamos y pusimos en los cavallos para poder salir nuevamente. Nos encaminávamos hacia lo desconocido porque no veíamos absolutamente nada por lo oscuro que ya estava, escuchábamos unos ruidos muy raros los cuales a mi me causaron algo de miedo, don Quijote se puso a recitar estupideces pero eso jamás me iva a calmar. Don Quijote me dijo que el iria a ver que seria el ruido y que si no volvia en 3 días regresara a la aldea y le dijiera a su inventada Dulcinea que el abia muerto en la oscuridad, yo me puse a llorar en realidad no por el echo de que el se fuera sino por el miedo que tenia, pero tampoco podía dejar que el arriesgara su vida de tal forma así que le amarre las patas a rocinante y así evite que pudiera salir. Durante el traspaso de la noche le estaba contando a don Quijote sobre un cabrero que conoci pero nunca pude terminar por que era demasiado el ruido. Amanecio y seguimos caminando acia el ruido y así nos encontramos con unas casas que no savia como se me mantenían en pie de lo mal trechas que estaban, nos acercamos un poco mas y vimos el origen del ruido a mi me causo una gran risa, don Quijote simplemente bajo la caveza.